El Senior A certifica la permanencia y condena a Moncada

Siete Aguas consiguió la victoria en Moncada y consigue mantenerse por segunda temporada consecutiva en Regional Preferente, a falta de cuatro jornadas para el final de la liga.

De manera contraria a las últimas temporadas, Siete Aguas llegaba al partido con once puntos de distancia respecto al descenso, ocupado por Moncada, con tan sólo siete puntos. Nuestro equipo, a sabiendas de la situación del equipo local, mermado por las lesiones y sanciones, tenía la misión de aguantar el empuje inicial del rival, para luego superarlo físicamente y no caer en su trampa del juego de “corre-calles”.

En la segunda parte, una vez Siete Aguas impuso su ritmo de juego, el partido se declinó de parte de los chicos de Miguel. Con la amplitud de banquillo de Siete Aguas, Moncada bajó físicamente y la amplia rotación de los nuestros fue clave para mantener un ritmo alto constante.

Pau consiguió el 0-1 tras un saque de banda al comenzar el partido. Miguel transformó el 0-2 a mitad de la segunda parte, después de una jugada colectiva que finalizó con dos regates y una definición perfecta. Pau puso el definitivo 0-3 cuando el equipo rival jugaba con un jugador menos por expulsión.

Una vez certificada matemáticamente la salvación, ahora nuestro equipo disputará dos grandes partidos como local ante los dos primeros clasificados de la categoría, Maristas B y Favara, que han demostrado toda la temporada estar por encima del resto. Esperamos contar con apoyo en las gradas de La Canaleta (Mislata) el domingo 3 a las 18h ante Maristas B, un equipazo con exjugadores de Segunda División.

FS Siete Aguas A: Antonio, Xarly, Pau, Mendi y Guille. También jugaron Andreu, Isaac, Miguel, Ignacio, Crespo, Borja y Juanjo.

Goles:

0-1, Pau. Min.4

0-2, Miguel. Min.35

0-3, Pau. Min.38

Incidencias: Partido disputado la tarde del sábado 23 de febrero en el Pabellón Municipal de Moncada ante 15 espectadores. Se realizó un acto de homenaje a la figura del árbitro, saliendo conjuntamente los dos equipos junto al colegiado. En el minuto uno de partido, el árbitro paró el encuentro durante treinta segundos como señal de protesta ante la agresión que recibió un árbitro la jornada anterior.